Difícil descubrir lo que el otro siente, o mejor, cómo se siente, en relación a usted oa cualquier otra cosa, sin antes preguntar.
Después de todo, nadie viene como un «guión» del tipo – léame.
Entonces, para tratar de saber, sólo preguntando. La cuestión es, incluso preguntando el riesgo de saber si es verdadero o no es inmenso. Hasta porque, como nosotros, muchas veces, el otro no sabe aún lo que está sintiendo y cómo.
Además, somos diferentes. Algunos más introspectivos y tímidos. Otros más expansivos y espontáneos. Unos más emotivos, otros más «secos». Unos más aftos, otros más tranquilos. Ni mejores, ni peores, diferentes.
Importante, después de comprender nuestro «estilo», vale tener en cuenta, los cambios que vivimos en términos comportamentales.
¿Cuál es el papel del hombre, cuál es el papel de la mujer en la relación?
¿Cómo negociar quién hace qué?
Está todo mezclado. Estamos, creo, en fase de transformación. Y, peor para nosotros, que quedamos ahí sin saber – de quién debe ser la iniciativa. Quien debe abrir el diálogo, abrir la discusión, abrir la relación. ¿Quién debe iniciar el noviazgo, la gentileza, el amor? ¿Quién es el proveedor, quién es el hacedor, cómo dividir las tareas sin enloquecer de rabia e incomodidad.
Vale por eso, alguna reflexión. Hasta porque, hacer el primer movimiento, puede por todo a perder, o no. A continuación, una sugerencia fundamental de los expertos del sitio YOUR TANGO. Ella puede ayudarle a facilitar las cosas para uno y otro.
Sea claro sobre lo que usted quiere. La confusión interna e inseguridad son dos razones por las que hombres y mujeres dejan de dar el siguiente paso para comenzar una relación o profundizar el compromiso en una relación ya existente. Especialmente, en las fases iniciales de una relación, cuando hay muchas preguntas.
«¿Se siente lo mismo?»
«¿Ella me gustaría después de conocerme?»
«Estoy listo para esto?»
Compruebe cómo se siente mientras piensa en cómo poner todo en actividad. Después, es sólo experimentar. ¿Error y acierto?
No hay razón e incorrecta en las relaciones. Hay sí lo que sostenemos.